viernes, 11 de marzo de 2011

"Be water, my friend"

Son numerosos los aspectos que conforman objeto de estudio en relación con la docencia en la actualidad. Seguro que siempre han formado parte de ella, pero quizás no han sido considerados con la amplitud y profundidad que hoy en día. La pedagogía, la psicología, la política, la economía, la informática... son solo algunas de las disciplinas que toman partido activo actualmente en la enseñanza.

 El profesor, cada vez más, tiene que ser muchas cosas además de maestro o transmisor de conocimientos: Los valores, las competencias, las necesidades especiales, las programaciones didácticas, el empleo de los recursos, el bilinguismo, la atención a la diversidad, el uso de las T I C... son conceptos que se deben manejar desde que todas esas disciplinas han aportado sus visiones particulares para ir ampliando los horizontes de la enseñanza.

 Si a esto añadimos el estudio del entorno, del centro, del nivel, del aula y del alumn@, la cuestión se pormenoriza aún más. Entonces hay que preguntarse ¿CUAL ES LA LABOR PRIMORDIAL DE UN PROFESOR DE SECUNDARIA? ¿Educador?, ¿pedagogo?, ¿guía?, ¿gurú?, ¿transmisor?, ¿evaluador?, ¿preparador?, ¿constructor del conocimiento?, ¿concienciador?, ¿motivador?, ¿tutor?, ¿organizador?, ¿planificador?, ¿instructor?, ¿regulador?....Pero sobre todo ¿CÓMO HACER FRENTE A TODAS ESTAS PARTICULARIDADES SIN SUFRIR NINGUN MENOSCABO?

Bien, nadie mejor que Buce Lee para ofrecernos una respuesta sobre cómo debe actuar un profesor. Su célebre frase "Be water, my friend" encierra una verdadera lección magistral sobre el comportamiento a la hora de afrontar la acción docente. Hay quien la ha comparado con un combate contra la ignorancia.

 Así si el barrio donde se ubica el centro es bueno o conflictivo. El propio centro tiene un funcionamiento óptimo como un organismo o sálvese quien pueda. Bien si tu departamento es un caos, o la dirección pasa del tema, o quizás el departamento de orientación se dedica a entorpecer tu labor mandandote baterías de tests con dudosa utilidad, las instalaciones son de Cuéntame, quizás algún compañero también y no por su indumentaria precisamente... O si tu curso tiene un buen nivel medio en tu asignatura o es mas bien mediocre. Quizás te encuentres al alumn@s que tratan de sacarte de quicio intentando reventar tu clase de cualqiera de las formas posibles, o al revés, te dejan sorprendido con su interés por la materia y su sed de conocimientos, suponiendo un reto positivo en el que ambos, y por extensión toda la clase sean enriquecidos...
 PARA TODO ESTO TIENES YA UNA RESPUESTA: "Be water, my friend".

 Por si todavía no se entiende esto, vamos a comenzar por enumerar algunas de las cualidades que posee el líquido elemento para, finalmente quedarnos solo con una. Comenzando por sus propiedades físicas, el agua se define como incolora, inodora e insípida. La podemos encontrar en estado gaseoso, líquido y sólido. Siendo en estado sólido menos densa que en estado líquido, pues el hielo flota en el mar, y en tu vaso de limonada también ( la molécula del agua es dieléctrica).  Puede arrasar ciudades, romper rocas, crear continentes, mover máquinas, hundir transatlánticos... Todos los seres vivos la necesitan, y, nosotros, según la teoría evolutiva partimos de ella, pues es el medio necesario para la aparición de la vida. No podemos existir sin su presencia en nuestro organismo. Tus lágrimas, tus tejidos, tus fluidos... son agua. Tú eres  un 70% agua. Recuérdalo, porque tienes que asumir sus mismas cualidades.

 Pero la cualidad que más nos interesa de ella para ser profesores es que se adapta a cualquier recipiente.  De hecho, si vas a ser profesor, debes más que nunca funcionar como el agua. Puedes adaptarte a cualquier recipiente (aula en este caso), es más, es la condición indispensable para que te encuentres siempre a gusto en cualquier situación. El agua dentro de una botella es botella, y dentro de una raza es taza, así como dentro del mar es mar. Por eso, debe adaptarte como ella a las circunstancias que te envuelvan en la que ojalá sea tu futura labor docente, y la frustración o el desaliento no podrán hacer mella en ti, igual que por mucho que la golpees o la hieras, el agua sigue siendo agua.

 Si tu clase te permite enseñar, adelante, sé como una lluvia fértil que riega la tierra para que broten las semillas. Si son objetores, dedícate a sortear los escollos, como un rio que desciende al mar, y aún así, tu cauce y tus orillas serán ricos lugares donde podrán algunos cultivarse y  crecer si así lo desean. Puedes ser niebla o nube que empaña y humedece, demostrando que también eres capaz de sorprender con tus capacidades a aquellos compañeros y colegas que pretenden dejarte los que consideraban peores alumnos, puesto que has sido el último en llegar. Y, llegado el caso, también puedes convertirte en  un inmutable témpano de hielo para defender tus convicciones e ideales. Puedes buscar mil analogías más.

 Lo que nunca te sucederá si eres agua es que puedan contigo. Contra tí, quiero decir, porque eres invencible. Inasequible al desaliento. Sabrás ver que las situaciones serán eso, coyunturas transitorias de las que tú como agua no dependes en absoluto. Tus cualidades como tal te permitirán ofrecer un abanico de posibilidades y soluciones ante cuaquier eventualidad... Aunque creas que has quedado encerrado, como agua, al poco, te liberas evaporándote y volverás a la atmósfra para condensarte y después precipitarte en un nuevo contra ataque.
 Así que, una vez más y directamente de su autor y propulsor...

2 comentarios:

  1. ¡Genial! Me ha encantado la analogía. Es un mensaje precioso que, sin ser utópico, inspira esperanza.

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado mucho, Pablo. Ojalá que nunca nos quedemos estancados, o convertidos en lodo, o que nunca seamos una fuente de circuíto cerrado contínuo, o condensación que se queda en las alturas de los ideales y nunca llega a precipitarse. Ojalá que seamos agua verdadera.

    ResponderEliminar