Podemos entonces decir... pues no está tan mal esto de las T I C. De hecho, bien entendidas y aplicadas, tienen mucho potencial. Observemos sin ir más lejos nuestra clase de ayer y podremos comprobar cómo en un aula es dificil compaginar dos focos de atención. Es como si dos profesores tratasen de dar clase en el mismo aula a la vez sobre materias diferentes. No sabríamos a que atender. Sucede además, que la disposición del aula es también fundamental, y debemos tener en cuenta que si proyectamos un vídeo como el que acabamos de ver y queremos que todos nos sigan, tenemos dos opciones: o que todos tengan acceso visible a la pantalla completa (para poder leer los subtítulos y no quedarse al margen) o que se vea simultáneamente en todos los ordenadores para que nadie se quede atrás.
Si estos factores no se cumplen, tendremos que luchar por reclamar la atención de nuestros alumnos constantemente, o por mantenerla. Hay que añadir aquí, que existen mecanismos de control para que el profesor sepa en cada momento qué están viendo sus alumnos a tiempo real y deben ser empleados de manera sugestiva para evitar dispersiones al messenger, twiter, tuenti, facebook...
No cuesta demasiado dinero y es una inversión rentable para aquel que va a necesirar proyectar presentaciones con cierta frecuencia, adquirir un mandito a distancia para no tener que acercarse al ordenador cada vez que hay que pasar una diapositiva, porque eso es entendido en el aula como una pausa y suele ser contraproducente si queremos mantener una cierta homogeneidad. Si tiene un láser, ayuda para señalar desde la distancia y destacar el detalle al que nos referimos. Ésto, además permite que nos coloquemos al final de la clase, con lo que podemos controlar los monitores mejor.
Más que nunca se hace necesario preparar las sesiones. Incluso sería aconsejable tener todo preparado antes de empezar, con los contenidos minimizados en la barra de tareas para que aparezcan a un solo click.
¡Atención a las pestañas! Debemos adquirir la deformación profesional de indagar cuántas pestañas y con qué contenidos están abiertas en los ordenadores de los alumnos, porque sino estaremos expuestos al "cambiazo"(cuando el profesor está cerca, pongo la pestaña de lo suyo, mientras, en otra pestaña, navego por donde me parece ) Este tipo de consejos son los que yo entiendo que debían de formar parte de las competencias digitales útiles para el empleo de las nuevas tecnologías en el aula. Al igual que se nos informa de las pautas necesarias para verificación de la información obtenida al existir tantísima variedad de fuentes
buenísimo de solemnidad el video, Pablo. Significativo 100%. No comparto del todo contigo la faceta un tanto policial del docente, pero sí estoy de acuerdo en que hay que estar pendiente de los despistados. De todas formas creo que la mejor defensa es un buen ataque. En mi opinión, una buena metodología, dinámica, activa y participativa debe reducir al mínimo esas actitudes dispersas por parte de los alumnos.
ResponderEliminarY otra cosa que hay que tener prevista es que el aula esté preparada antes de empezar la sesión. Que cada vez que hay que montar cualquier cosa (ordenadores, cañón, proyector, etc.) se van diez minutos de la clase y los alumnos empiezan a desmadrarse mientras tú te estás peleando humildemente con los cables...
ResponderEliminar¡Qué casualidad! Yo también he puesto el mismo video, me parece muy acorde con nuestra situación actual, de intentar adpatarnos a estas nuevas tecnologías. Pienso que las características del aula son algunos de los elementos pricipales a la hora de dar clase y pueden influir en la motivación y en los estados de ánimo. Compartir una mesa y un ordenador para tres personas puede resultar algo incómodo...
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